Veo un lote de tierra oscura, suelta, que luce como “tierra fecunda” pero que no tiene ningún propósito si no es aprovechada con semillas de algún tipo, agua y sol. ¿De que sirve tener tierra fecunda si no la alimentas y la pones a producir? ¿Qué ventaja obtienes al final? ¡Ninguno!
Busco una semilla para sembrar y el amor por alguien viene entre mis manos. Es el amor por mi hijo mayor el que se minimiza y entra en la tierra. Es el amor hacia su hermano y el amor hacia mi esposa.
¡Que poderosa aparenta ser la mente! Como estrangula la vida, como le da forma a aquello que no la tiene y convierte a una princesa en ogro y viceversa. Es por eso que hay que domarla. Entenderla y controlarla.
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