Sucedió en aquel tiempo que un hombre, sintiéndose atraído por Jesús comenzo a seguirle, primero desde lejos y luego acercándose poco a poco hasta que un dia llegó a sentarse tan cerca de él que quedo a su vista.
- A ti ya te he visto, te he medido y te he pesado, y no sirves para ser uno der mis discípulos, pues no tienes lo necesario.
Este hombre estaba nublado por su ignorancia y no entendió lo que el maestro habia dicho. Él se sentía atraído y quería estar allí.
- Ahora vete - Completó Jesús.
Obedeciendo la orden del maestro, el hombre tomo distancia, pero continuó siguiendo desde lo lejos.
Poco a poco volvió a acercarse y un buen dia de mucho calor sintió la urgencia de buscar un cuenco de agua para Jesús.
casi sin levantar la voz se acercó a Jesús y le puso el agua en frente.
- creo que debe tener sed. Esta haciendo mucho calor y no ha bebido nada.-
Jesús tomó el agua, la bebió y le dijo - Ahora si tienes lo necesario, porque has salido de ti, de ese lugar donde estabas para servir a otro. Y es que eso tienen todos los profetas, el deseo y la voluntad de servir.
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