Esta semana el ejercicio del Taller de Oración y Vida consistía en repetir "Creo en ti pero aumenta mi fé". La primera vez que lo hice, escuche una voz que me decía: crees en mi, pero que es lo que realmente crees?
Esta es una pregunta increiblemente dificil de responder, porque me enfrento a la realidad de que haciendome llamar Cristiano, asistiendo a los oficios religiosos cada Domingo con más o menos regularidad, no puedo responder pura y llanamente que es lo que realmente creo.
Ciertamente creo que Jesus no solo existió, sino que existe. Pero en su existir no creo en este momento en que realmente participe como regente del mundo, como Dios vivo en el éxito de la salvación de cada uno de los hombres. No le he estado dando ese lugar en mi cabeza ni tampoco lo he buscado con fé como lo hizo el centurion (Mateo 8:5-13) cuando su criado se encontraba paralitico y enfermo.
Si digo "Dios mio" y me recuerdo de Dios en momentos en los que me siento aturdido o en los que por cualquier razón pierdo el ánimo por la vida. Pero ese Dios al que busco es un Dios que no estaba alli... un Dios al que hay que llamar y que de otra forma se ausenta... y en realidad no es a Jesus a quien busco, quien en algunos momentos de mi vida ocupó un lugar inclusive "redundante" en mi relación con Dios, para con quien no aceptaba la necesidad de tener un intermediario.
Yo creo, creo que hay un Dios y una existencia más allá de la que cada día estamos enfocados en vivir, aunque esta creencia no se ha desarrollado en obras verdaderamente palpables a mis ojos. Como dice Jesus una fé sin obras es una fé muerta, y de este "más allá" lo más que he recibido es inspiración y si, algo del interés que llevo hacia la sanación de las personas.
Es alli donde más he visto el llamado. Es alli, en la sanación, donde siento la necesidad de romper las cadenas y conocer de una vez por todas la verdad. Porque Jesús fué un personaje sanador. El fué por alli sanado a las personas, y estando hoy vivo todavia esta haciendolo. Es por eso que digo Jesús, tu que sanas a los enfermos, sananos en cuerpo, mente y espíritu.
y entonces cuando me pregunte "que crees de mi" podré responder que "Estas vivo para sanar a los hombres en cuerpo, mente y espiritu"
Esta no fue la única pregunta que me hizo, porque poco después me preguntó "y cuanto crees en mi". Usualmente cuando doy una limosna me dejo llevar por mi estomago, y saco un billete con el que me sienta "bien". Algunos casos es poco, otras veces un poco más. Asi pues, el "cuanto crees en mi" tiene para mi la connotación de "cuanto dinero sacarás de la billetera". Seguro hoy no sería capaz, por ejemplo, de sacarlo todo, porque sigo insistiendo que es el dinero el que me da la seguridad que necesito. Pero que tanto creo en Dios? que tanto creo en Jesus y en la sanación que tiene para los hombres? Que tanto puedo soltarlo todo para recibir sus beneficios, como fui capaz de creer en la medicina alternativa lo suficiente como para abandonar cualquier otro tratamiento?
Que tanto creo?
J.
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