Jul 26, 2006

La esencia de la vida

Aprendiendo a vivir.

Me han preguntado acerca del sentido de la vida... de la esencia del ser humano... pero como descubrir la esencia? Acaso no debo yo conocerla para poder hablar de ella?

Recién ahora es que mi mente aprende a guardar silencio.  Recién ahora es que disminuye mi hambre y puedo dedicar unos minutos a conocer lo que estoy haciendo.   ¿puedo responder la pregunta describiendo lo que percibo que es vivir?  ¿es vivir la esencia del ser humano?

Para algunos existe mucha vida... entonces hay algo más allá de simplemente vivir... ¿será la conciencia? Ciertamente hay una diferencia entre vivir y tomar conciencia de que se esta viviendo...  Al estar conciente existen otros intereses... cosas diferentes que atraen nuestra atención.  Son estas cosas la esencia del ser humano?

Hoy creo que la esencia esta en el continuo intercambio de la materia, en la constante transmutación de los sentires.  Venimos con una receta para la vida que incluye amor, paz, acción y la ausencia de estas : odio, ansiedad, frustración y pereza.  Vivimos en un continuo intercambio, algunos buscando a quien quitarle, otros buscando con quien compartir... un mercado de compra y venta en donde trabajamos con lo que tenemos al momento.

Desde que estemos buscando algo, tomaremos en la mayoría de los casos lo que se nos ofrece, al menos que estemos concientes de lo que queremos y de lo que estamos recibiendo.  Solo la conciencia nos hace dueños y es por esto que “solo la verdad nos hace libres”.

La verdad de que? La verdad de lo que buscamos, de lo que recibimos cada día, de lo que hacemos con lo que tenemos HOY.  Abrir los ojos puede convertirse en un nuevo compromiso para trabajar con lo que se tiene HOY y tratar de hacer las mejores transacciones con esto.  

Es vivir puro comercio? Aparte del intercambio  debe existir algo más que alimente el mercado... esto es lo que ocurre en el interior de nosotros.   Lo que hacemos con lo que decidimos recibir...  lo que obtenemos de Dios... lo que cedemos a “mercados secundarios” como plantas y animales.  Podría aceptar que es en realidad un mercado más grande que el de los seres humanos, y que la riqueza se extrae siempre del amado.   Podemos convertirnos en extractores de riqueza para inyectar luz al mercado?  

Es la esencia del ser humano administrar la riqueza del amado en medio de la creación?