Jul 30, 2010

Habitos y Obligaciones

¿Hábitos u obligaciones? ¿de qué hablamos primero? Me preguntaron hoy… y lo que vino a mi cabeza fue agregarle “también podemos hablar de los hábitos que te obligan”

 

Hace ya tiempo que leí un libro llamado “Caminos de Bienestar” en el que el autor Jean Moller argumentaba que no existe tal cosa como “obligación”.  En todo lo que hacemos tenemos opción de discentir y al final por la razón que sea decidimos hacer lo que hacemos.  Lo hacemos “porque queremos”.  Queremos algo que creemos que vamos a obtener o evitar haciendo lo que hacemos y por eso lo hacemos.

 

Aquí sale la temible palabra “creemos” que es lo mismo que “creamos”… Creamos en nuestras mentes razones para hacer o dejar de hacer…  y esta creación termina por dirigir nuestras acciones.  Al final nos “obligamos” a través de una creación nuestra que ojalá tenga bases reales… aunque muy probablemente no sea así! En algunos o muchos casos nos habremos convencido de algo que no es cierto y nos estamos obligando a actuar de una manera diferente a la que podría ser…

 

¿Y los hábitos qué?

Tengo muchos hábitos! Pero los que he visto en detalle surgen de un enunciado básico… de algo que acepto…. De algo que creo!  Lo enuncio – lo acepto – lo creo – lo hago… y lo repito y repito porque lo sigo creyendo… existe una inercia muy fuerte creada por la repetición, pero detrás de esa inercia subyace una creencia… una creación…

 

Cuando llega a nuestra realidad la propuesta de un cambio, ¿contra quién se enfrenta realmente? ¿Es contra la “obligación” es contra “el hábito” o es contra nuestra propia creación? ¿Es acaso contra nuestro “reino” ?  ¿a qué parte de nuestra “creación” contradice?

 

Llegue hasta aquí y salió una palabra detrás… que hay de las adicciones? Que hay en mi creación que las respalde?

 

 

 

 

Jul 13, 2010

La tierra fecunda sin agua, sol ni semillas?

Veo un lote de tierra oscura, suelta, que luce como “tierra fecunda” pero que no tiene ningún propósito si no es aprovechada con semillas de algún tipo, agua y sol.  ¿De que sirve tener tierra fecunda si no la alimentas y la pones a producir? ¿Qué ventaja obtienes al final? ¡Ninguno!
 
Busco una semilla para sembrar y el amor por alguien viene entre mis manos.  Es el amor por mi hijo mayor el que se minimiza y entra en la tierra.  Es el amor hacia su hermano y el amor hacia mi esposa.
 
¡Que poderosa aparenta ser la mente! Como estrangula la vida, como le da forma a aquello que no la tiene y convierte a una princesa en ogro y viceversa.  Es por eso que hay que domarla.  Entenderla y controlarla.