Así reza uno de los ejercicios de "Un Curso de Milagros"... un libro hardcover me picaba el ojo desde los mostradores de las librerías y que me he estado leyendo piano piano desde enero.
Pareciera que existe una versión de mi sepultada en este espacio... en lo mas profundo... una versión que lleva consigo las características de un niño sano: curiosidad, espontaneidad, libertad, afecto.
Es como si ese niño fuera al pasar de los años aprendiendo del mundo el "deber ser" y con ese deber ser se automutilara de aquellas cosas que siendo expresion suya le hacen autentico. Sacrificando una supuesta sobrevivencia a cambio de su propio brillo....
Echando la mirada hacia atrás... hacia grandes cambios... puedo ver algunas cosas que decidí dejar a cambio de "obtener lo que quería" .... aunque en esos puntos historicos lo que obtuve no me satisfizo como yo pensaba. Dejé de escribir... abandoné la música... e incluso hasta cierto punto el interés sincero por adentrarme en el ser de los demás y descubrir sus secretos...
Ahora quiero encontrar que es eso que traía para dar... ¿estaré en posición para darlo?
La salvacion procede de mi (esto también lo dice el curso) y será que esta en esas ruinas?
