Ayer fue un dia diferente. Un día en el que por un momento recordé que no quería ser diferente, y que en algún punto de la historia decidí que quería ser igual a los demás... quería hacer lo mismo que ellos, comer las mismas cosas, disfrutar de la misma manera...
No estoy en la posición de entender el porque. Quizás percibí en sus caras algo que yo no tenía, y pensé que si hacía las mismas cosas que ellos podría también estar feliz... ¡Que sorpresa ha sido descubrir que el camino hacia la felicidad es completamente individual!... Porque comí de su comida e imite las cosas que hacían, pero llevo a cuestas el peso de un vacío inmenso que me insiste que aún no hago aquello que vine a hacer.
¿Será simplemente ignorancia? puede que sabiendo a lo que vine, descubra que desde un principio he estado negandome a caminar el camino que se había trazado para mi... Distraído a cada siguiente paso, pensando haber encontrado el final antes de haber comenzado, me he extraviado en un lugar que ya no pareciera ser para mi.
Aún así los he visto sonreir... y he querido formar parte de ellos otra vez.
Se supone que ya somos uno... y eso no depende de lo que coma o haga. Si es así y mi solución no es pertenecer artificialmente de lo que ya formo parte, como pincharé la burbuja del vacío que hoy me agobia?
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