Una vision posible de la creación

Es así como todo pudo haber comenzado:

Somos todos una sola cosa, el Dios hijo con todo el potencial de regir y crear en este mundo. El primer día de nuestra existencia nos vimos a la cara concientes de que eramos una sola cosa dividida por vez primera en dos voluntades, dos ventanas hacia el exterior. Esta fue la primera gran separación, la separación en voluntades o ventanas diferentes.

Todo el potencial creativo desde ese primer momento comenzó a repartirse cada vez que procreabamos, siendo que en las nuevas voluntades que llegaban a este mundo colocabamos toda la energía que nos quedaba hasta que nuestra ventana de oportunidad se cerraba. Esto comenzó a conocerse como muerte, para aquellos que se quedaban en el mundo.

Con la multiplicidad de voluntades vino el conflicto. Siendo libres de crear nos encontramos cada vez en mayor medida con momentos en los que no estabamos de acuerdo los unos con los otros y comenzamos a chocar en nuestras creaciones. Así creamos la separación de los espacios y decidimos darnos un terriorio en el que fueramos autonomos... la segunda gran separación la separación en el espacio físico y el divorcio de las voluntades.

A medida que seguíamos dividiendonos a través del proceso de la procreación, nuestra energía iba mermando y con ella nuestra capacidad de ser concientes de nuestro origen, aquí la tercera gran separación, la separación de conciencia. Es así como nuestro poder creativo cada vez más se fue igualando con otros aspectos propios de la creación en la que participamos como en alma animal y el principio de destrucción, este último diseñado para lograr una armonía sustentable entre la conciencia creativa y un supuesto equilibrio entre lo creado.

Simplemente seguimos multiplicandonos y cada vez más nuestra conciencia esta más fracturada. Ahora me identifico más con mi voluntad, mi ventana al mundo, que conmigo mismo y ya no me reconozco en todo lo que me rodea. Así es como parecemos estar llegando a un límite de división en donde se hace necesario concentrar nuevamente la conciencia, razón por la cual grandes porciones de la población ya no estan deseosos de procrear como antes.

Somos una sola cosa, que se ha dividido en miles de millones de ojos hacia este mundo, cada uno mirando ligeramente a una dirección diferente. Otra manera de reunirnos es la de conseguir propósitos comunes en los que aportemos nuestra energía de manera unificada esto sería nuestra primera reunión. Es asi como se me ha confiado que los tiempos por venir no son tiempos para individualidades, sino para reencontrarse con otros en el beneficio de todos.

Son tiempos de asociarse, de unirse. Tiempos de reliigiones y maneras de pensar. De propositos unidos y colaboración. Tiempo de unificarse dentro de la familia misma. Es tiempo de "recoger las piedras" que han sido lanzadas.